Carlos III es desde hace tiempo un ferviente defensor del medio ambiente. Quiere convertirlo en uno de los principales retos de su reinado.
El Rey Chales III siempre ha estado comprometido con el medio ambiente. De hecho, su primer gran discurso medioambiental fue en 1970. En la época en que era Príncipe de Gales, denunció los efectos devastadores que la contaminación podía tener en el medio ambiente cuando el mundo empezaba a tomar conciencia del cambio climático.
En 1985, este entusiasta de la botánica comenzó a cultivar de forma orgánica en una finca de 300 hectáreas situada en su residencia de campo. Más tarde incluso lanzó una etiqueta ecológica. Sus actividades le valieron el apodo de "el rey de la patata".
Charles participa en varios proyectos medioambientales a través de diversas fundaciones, como la ONG WWF, de la que preside la rama británica desde 2011. Sus compromisos le han valido las burlas de la prensa británica. Los medios también plantean sus contradicciones y hablan de un gran derrochador que advierte del despilfarro o de un hombre que fustiga a los emisores de gases de efecto invernadero y que no duda en utilizar su jet privado para sus viajes. Cada año, el rey publica su huella de carbono. Así, sabemos que él y su esposa son responsables de la emisión de 3.344 toneladas de CO2. Mientras que un inglés emite una media de 8.805 toneladas de CO2 al año (lempreintecarbone.fr).
En 2020, pidió un cambio profundo en la economía "para poner la naturaleza en el centro de nuestro funcionamiento", en el Foro Económico Mundial de Davos. Ahora rey, Carlos III ya no podrá expresar sus opiniones políticas como exige el protocolo, pero ¿podrá hacerlo?
Aunque la reina Isabel II habló de su hijo en su 70 cumpleaños como "un devoto y respetado heredero al trono", ganarse el corazón del pueblo británico está resultando difícil. Su madre era extremadamente popular, pero el nuevo rey no lo es. La popularidad será aún más complicada de ganar ya que Carlos no accede al trono en el mejor momento, ya que el Reino Unido atraviesa una de sus mayores crisis económicas y se enfrenta a los deseos de independencia de Escocia e Irlanda del Norte.
Traducido por askip españa